Muchas personas en edad adulta hemos tenido el deseo de tener una relación de pareja exitosa, lo tenemos o lo tendremos alguna vez en nuestra vida. Si bien no hay un instructivo exacto para lograr una buena relación, el amor que sentimos por la otra persona debe basarse en el reconocimiento de su individualidad, desafortunadamente es común ligar el amor a la posesión y el control y el desamor a la perdida, esto bajo un concepto simplista de todo o nada.

Aún cuando se escucha a diario el término “amor” es difícil definirlo, para hablar del amor podríamos basarnos en lo que implica, que según Karol Woytila (Papa Juan Pablo II) y Erich Fromm puede expresarse con la frase “tu a mi me importas”, es decir el amor es el sentimiento de un deseo de que la otra persona esté bien y se sienta bien independientemente si está con uno o no. De acuerdo a Millan y Álvarez-Gayou (2010) existen siete elementos a considerar para lograr una buena relación de pareja considerando la individualidad de las personas que la integran:

  1. La atracción física. Lo ideal es cuidar nuestro aspecto para nosotros mismos, sin embargo muchas personas una vez que “formalizan” una relación descuidan este punto.
  2. La atracción intelectual. Es importante que ambos tenga elementos de interés que les permitan compartir y hablar de ello.
  3. La atracción afectiva. Difícilmente puede existir una pareja si a una de las personas no le importa la otra y menos aun si no existe el sentimiento en ninguno de los dos
  4. La comunicación. Comunicar va más allá de hablar, debe haber un adecuado intercambio de ideas y un genuino interés en lo que la otra parte tiene que decir. Hablar sobre lo que pensamos y sentimos no siempre es sencillo, sin embargo algunos tips para transmitir más clara y fácilmente nuestras ideas son:
    • Hablar en primera persona, empezar el dialogo con la frase “yo siento” “yo pienso” “a mí me pasa esto”
    • No acusar a la pareja, evitar responsabilizar a la otra persona diciendo “tú me hiciste sentir” “tú me agrediste” etc. cuando esto sucede, la otra persona podría sentirse atacada y defenderse en vez de escuchar
    • Evitar el uso de palabras categóricas o tajantes como nunca, siempre, todo y nada en frases como “a ti nada te parece bien”, “todo lo exageras” etc. pues la otra persona reaccionará defendiéndose.
  5. La empatía. Es tratar de entender lo que le sucede al otro, qué motiva sus actos, sus palabras, sus sentimientos, sus humores, tanto buenos como malos.
  6. El respeto a los intereses. Es importante no perder de vista que nuestra pareja es una persona y que no nos convertimos en uno solo, lo ideal es ver que en la relación se generan tres espacios: mi mundo, tu mundo, nuestro mundo. El mundo de cada quien contiene sus propios intereses, su trabajo, sus amistades y cualquier afición que no implique la participación de la pareja.
  7. La actualización. Consiste en fijar con cierta periodicidad una sesión en la que se respondan las siguientes preguntas:
    • ¿Cómo me encuentro yo conmigo?
    • ¿Cómo me encuentro yo con la relación?
    • ¿Cómo me encuentro yo contigo?

Una vez escuchados ambos, se puede empezar a platicar sobre lo que se puede mejorar y reforzar lo que está funcionando bien.

Lo anterior muestra la complejidad que tiene poder llevar una buena relación de pareja, sin embargo cualquiera que los tenga en mente como una meta a lograr, formará una relación más exitosa que otros que ni siquiera lo piensen o consideren.